Delicia que solo se puede encontrar en Masaya.
Definitivamente, en Masaya se encuentran las excentricidades más peculiares en lo que a la gastronomía de la cuna del folklore se refiere.
En este departamento, donde se puede apreciar lo que es realmente la idiosincrasia de nuestro pueblo, nos encontramos con una de sus riquezas en lo que a postres se trata.
Esta ocasión, en el recorrido que realizamos por los departamentos del interior del país en busca de información y personajes curiosos, nos encontramos con una particularidad que poseen los Masaya. Me refiero al famoso “atol con chile jalapeño”.
Y es que, al mejor estilo de los mexicanos ( y tal vez copiado de estos), los oriundos de esta bella ciudad degustan hasta la saciedad de este delicioso postre elaborado con maíz y chile jalapeño.
En el populoso mercado “Ernesto Flores”, de esta ciudad nos encontramos con la señora María del Carmen Gaitán, toda una experta en la elaboración del famoso atol con chile.
Doña María, que lleva 20 años en la preparación de este producto, nos cuenta que éste se elabora con elote duro. “El elote duro se desgrana, el elote duro, si!!!! (enfatiza) se desgrana y después se manda a moler; luego se cuela en un tarantín tapado y se deja ahí, agriando, para el siguiente día, cuando se saca el agua agria y se cuece lo de abajo y conforme uno va cociendo el atol se va probando el punto de agua. Si está insípido se le agrega un poco de agua para darle ese gusto agrio que debe tener, le agrega un puntito de sal y se espera que hierva, se cuela con un pascón y ya está listo para consumirlo ” manifestó.
El otro ingrediente imprescindible que le da el sabor inconfundible a este delicioso atol es el chile jalapeño, que se machaca con una botella y se le agrega al atol al momento que el cliente lo pide, ya sea que lo prefiera con o sin chile, “el cliente es el que manda”, enfatizó doña María.
Esta vendedora de atol de 40 años no sólo se jacta de la elaboración de este famoso y tan codiciado manjar, sino que también elabora el famoso atol duro, los afamados tamales rellenos (pisques y dulces), además nos cuenta que en Masaya se acostumbra consumir el atol con el elote, es decir, las dos cosas juntas y “esto es algo que sólo se ve acá, o sea que así lo comemos nosotros”, se enorgullece doña Mariíta, como es popularmente conocida.
En este departamento, donde se puede apreciar lo que es realmente la idiosincrasia de nuestro pueblo, nos encontramos con una de sus riquezas en lo que a postres se trata.
Esta ocasión, en el recorrido que realizamos por los departamentos del interior del país en busca de información y personajes curiosos, nos encontramos con una particularidad que poseen los Masaya. Me refiero al famoso “atol con chile jalapeño”.
Y es que, al mejor estilo de los mexicanos ( y tal vez copiado de estos), los oriundos de esta bella ciudad degustan hasta la saciedad de este delicioso postre elaborado con maíz y chile jalapeño.
En el populoso mercado “Ernesto Flores”, de esta ciudad nos encontramos con la señora María del Carmen Gaitán, toda una experta en la elaboración del famoso atol con chile.
Doña María, que lleva 20 años en la preparación de este producto, nos cuenta que éste se elabora con elote duro. “El elote duro se desgrana, el elote duro, si!!!! (enfatiza) se desgrana y después se manda a moler; luego se cuela en un tarantín tapado y se deja ahí, agriando, para el siguiente día, cuando se saca el agua agria y se cuece lo de abajo y conforme uno va cociendo el atol se va probando el punto de agua. Si está insípido se le agrega un poco de agua para darle ese gusto agrio que debe tener, le agrega un puntito de sal y se espera que hierva, se cuela con un pascón y ya está listo para consumirlo ” manifestó.
El otro ingrediente imprescindible que le da el sabor inconfundible a este delicioso atol es el chile jalapeño, que se machaca con una botella y se le agrega al atol al momento que el cliente lo pide, ya sea que lo prefiera con o sin chile, “el cliente es el que manda”, enfatizó doña María.
Esta vendedora de atol de 40 años no sólo se jacta de la elaboración de este famoso y tan codiciado manjar, sino que también elabora el famoso atol duro, los afamados tamales rellenos (pisques y dulces), además nos cuenta que en Masaya se acostumbra consumir el atol con el elote, es decir, las dos cosas juntas y “esto es algo que sólo se ve acá, o sea que así lo comemos nosotros”, se enorgullece doña Mariíta, como es popularmente conocida.
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